
Las atalayas de tus ojos,
se clavaron en mis sentidos
y mi corazón gozó, al sentir,
que tú estabas conmigo.
En mi baño de cristal,
tu sonrisa me inundo
y el manantial de tu boca,
la sed, a mi me sació.
Con aquellos besos dulces,
de menta, canela y miel
cubriste toda mi piel,
con la seda de tus labios
y el arco iris de tus brazos
me hizo sentir mujer...
Las palomas de tus manos
volaban sobre mi cuerpo,
como agua cristalina
el jabón era tus dedos,
que me dejaron la huella
grabada sobre mi cuerpo.
La atalaya de tus ojos,
es la que alumbra mi vida
y engrandece mi universo.
Rosario Ayllon.
Poetisa - 2009
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