
Al alba me levante
la luna ya se ocultaba,
aparecía el astro rey
a iluminar la mañana.
La fragancia de las rosas
me llegaban del jardín,
me sentí como mariposa
como posada en las rosas,
¡me sentía tan feliz!
Me mire al espejo
mi imagen acaricie,
bella y dulce mi sonrisa
a ti, te la dediqué.
Sabía que tú vendrías
en esta bella mañana,
dulce mañana de otoño,
a mis brazos tú llegabas.
Te vi tan enamorado, ilusionado y feliz
que las rosas de mi cuerpo
florecieron para ti.
Engalanada de amor,
belleza, ternura y pasión
con aquel vestido de encaje
negro y transparente
mi sensualidad brotó.
Como pétalos de rosas
tus dedos rozaban mi piel
y me dabas tanto amor,
que bello día de otoño
inmenso el mar y el cielo,
en mis brazos buscabas mi vientre
que con amor te entregué.
La raíz de tu vida
me la dejaste en mi entraña
vibrábamos de gran placer,
de amor y dulce pasión,
aquella hermosa mañana.
Rosario Ayllón.
Poetisa - 2009
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